En la antigüedad ciencias como las matemáticas, la medicina, la astronomía y la filosofía convivían juntas cooperando entre ellas. Todo el conocimiento estaba en manos del chaman, mago o hechicero que trataba al ser humano en su totalidad: cuerpo, mente y espíritu, entendiendo que si una de sus partes se afectaba, dañaría a las otras también.
Hasta el siglo XIX la medicina era una sola y no había distinciones entre la medicina científica y la tradicional. Los adelantos en la tecnología, la biología, la farmacoterapia dan como resultado que se vaya buscando la segmentación y especialización de las enfermedades, separando al hombre en piezas «estudiables» y tratando por un lado la mente y por otro el cuerpo, como si fueran elementos que se pueden disgregar.
Consecuencia de todo esto es el alejamiento del concepto del Todo, a través de un interés creciente en el detalle, tomando al paciente de la sala como un número más, sin saber siquiera su nombre.
Ambas medicinas, la científica y la holística, tiene el mismo objetivo: aliviar y sanar.
Mientras la primera ataca el síntoma con remedios, trasplantes y cirugías, la segunda se alía con el síntoma y busca «qué nos está queriendo decir».
¿Una manera de buscar la sanación es la correcta y la otra no? No, es evidente que ambas se complementan. En países como China, Francia, Inglaterra y Alemania, conviven estas dos formas de buscar la sanación. Esperamos que cada día nos encontremos más cooperando, colaborando y cocreando salud, ambas medicina de la mano, a la par.

Qué son los Arquetipos

La palabra Arquetipo viene del griego arjé (Arque) y significa «fuente, principio u origen» . Y tipos que significa «impresión o modelo».
Podemos definirlo así: El Arquetipo es el modelo que proviene del origen o Fuente; lugar donde se produce la causa o motivo de un fenómeno o cosa.

Los Arquetipos son una de las múltiples formas que el «Universo Creador, Dios, Fuente Creadora…»nos ha dado para poder ayudarnos a nosotros mismos y a los demás si nuestro cuerpo material o cuerpos sutiles no están armónicos, es decir, cuando decimos que algo «funciona mal en nuestra salud».

Llamamos Arquetipo a la figura predeterminada de una cosa, por ejemplo, el arquetipo de una casa siempre será cuatro paredes, un techo y un suelo, aunque no tienen por que tener exactamente la misma forma, bien podría ser un chalet como una casa de campo como un edificio de muchas viviendas, y los materiales de construcción variar: ladrillo, paja, adobe…, pero siempre el arquetipo de la casa será el mismo: cuatro paredes, techo y suelo.

Si se trata del cuerpo humano todos los seres humanos tenemos los mismos órganos en nuestros cuerpos, con la excepción, en los hombres y mujeres de los órganos reproductores, que son diferentes. Vemos como el resto son exactamente iguales: riñones, corazón, pulmones, páncreas, dos brazos, dos piernas,etc.
Podemos llegar a detectar mediante la energía del Arquetipo de nuestros órganos si funcionan correctamente, o bien si tienen alguna enfermedad . También podemos reprogramarlos para que funcionen correctamente.

Tendremos que empezar primero por aprender a detectar la energía, que está a nuestro alrededor y de la cual nosotros formamos parte. Todos somos energía, una en movimiento, otra más solidificada, con la diferencia de que así como nuestro cuerpo se ve con los ojos, la energía normalmente no la vemos, pero si podemos llegar a detectarla con nuestras manos. Tenemos ejemplos como el Reíki, el Chi que nombran los chinos o el Ka del que ya nos hablaban los egipcios.

Con esta técnica podremos detectar el mal funcionamiento de esos órganos o cuerpos sutiles y comprobar la cantidad de energía desajustada o desarmónica que tienen en ese momento, limpiar esa energía y proporcionar la energía que se precise para que funcionen correctamente.

La Geometría Sagrada estudia la existencia de patrones geométricos ideales o perfectos (Arquetipos) que reglan el Universo, es decir, que bajo ciertas reglas, leyes o principios del ordenamiento inteligente de la Fuente u Origen estos modelos nos explican la materia y su funcionalidad. Los principios que gobiernan estos Arquetipos son varios. Uno es el Principio de Correspondencia:

«Es verdad, muy cierto y verdadero, que lo que es arriba es como lo que es abajo, y lo que es abajo es como lo que es arriba, para hacer el milagro de una sola gran cosa bajo el Sol». (Hermes Trismegisto).

Dicho de otro modo, según la neurociencia, lo que sientes y crees internamente, se manifiesta externamente y tiene repercusión en tu entorno.

Según la física cuántica, existe una total identificación entre lo macrocosmicamente grande y lo microcosmicamente pequeño. La estructura de un átomo es a nivel micro cósmico como el sistema solar macro cósmico que lo contiene.

Entonces, si macrocosmicamente existe tal orden, microcosmicamente nosotros: nuestra relaciones interpersonales, nuestra salud física, nuestros afectos, nuestro desempeño material, y en resumen toda nuestra vida sera susceptible de estar ordenada de acuerdo, también, a ciertos patrones o matrices geométricas. De ello deviene una conclusión fundamental: los obstáculos, los problemas, los fracasos, las decepciones, los sufrimientos…, son desordenes de esos patrones. Complementariamente, el éxito, la consecución de lo que se busca, la superación de las enfermedades, la armonía interior…, son orden de esos patrones.

El efecto energético de los símbolos

El uso de símbolos entre las diferentes culturas es mas que común, convivimos con ellos y los usamos aun inconscientemente, sin reparar en el inconmensurable poder que tienen.
Puede resultar difícil de entender que meditar, o construir mentalmente, dibujar o tallar un símbolo determinado pueda liberar, en el mundo material en que vivimos, algún efecto perceptible.
Que mentalizar un pentáculo o estrella de cinco puntas de determinada manera sobre el órgano afectado de una persona enferma puede favorecer su curación, o que, en caso de acusados problemas psicológicos, un Sello de Salomón, también conocido como «Estrella de David», sea suficiente paliativo.
Gracias a los últimos descubrimientos en la ciencia cuántica podemos comprender mejor que una figura geométrica determinada pueda, por su sola observación, desencadenar resultados tangibles.

Norberto Litvinoff, psicólogo argentino dijo: «Todo símbolo es un transformador de energía» lo que equivale a decir que la concentración en un símbolo provoca respuestas energéticas no solo emocionales y físicas, sino, a todos los niveles del Ser.
Un símbolo que fue usado o meditado o aplicado en determinada época, pasa a integrar, genética o extrasensorialmente, una memoria colectiva, llamada por Carl Gustav Jung «Inconsciente Colectivo». Y ese Inconsciente Colectivo es un entramado que comunica, diríamos que de manera subliminal, todas las mentes del genero humano. Por ello, lo que nosotros recuperamos por «conectarnos» con esa red, es también una vía de acceso sobre la psique de los demás y de esa forma se desencadenan determinados efectos.
Han salido a la luz conocimientos que han dado lugar a la existencia de una llamada «energía de las formas», como es el caso de las pirámides (lo más popular), y los conos, espirales, etc. Decimos que la naturaleza de esta energía es desconocida, pese a que muchos autores le atribuyen un carácter «cósmico», sin embargo, podemos constatar que ejercen una influencia sobre el ser humano y que actualmente corrientes de desarrollo transpersonal las aplican para vivenciar sus efectos benéficos.

Entonces, podemos sintetizar diciendo:
La Sanación por Arquetipos consiste en que una persona sensata utiliza el modelo ideal o perfecto que está contenido en la Fuente para restaurar la armonía de otra persona a todos los niveles de su ser.

Fue precursor en la investigación y análisis de los cambios de conciencia en las últimas décadas a través de sus estudios sobre el inconsciente colectivo de Jung y los saberes y conocimientos heredados de civilizaciones pasadas.
Fundador en 1981 del proyecto internacional Grupo La Fuente, cuyo objetivo se centra en la sanación planetaria a través de grupos, hoy en día extendidos por todo el mundo.
Precursor de una nueva conciencia colectiva, basada en el Amor, que se sintetiza en esta frase:

«La sanación espiritual transformará nuestra especie de Homo Sapiens a Homo Amans».

Colin Bloy fue autor de varios libros gracias a sus estudios en el campo de las Escrituras Sagradas, Radiestasia, los Mundos Espirituales y la obra de Jung.
Todos estos estudios están reflejados en sus libros: Las líneas de Energía del Dragón, Los Zodiacos, La Cábala, Los Templarios, el Santo Grial y la trilogía sobre el método racional de Sanación por Arquetipos.

La Sanación por Arquetipos es un método racional y holístico considerado como terapia complementaria a la medicina convencional, integrada en el Servicio de Sanidad Público Británico en el año 1990.
Un sistema de trabajo, que hoy día, sigue siendo investigado por millones de Sanadores en el mundo a través de su canal intuitivo, de las constataciones entre compañeros sanadores y de las personas que son atendidas a través de este conocimiento y nos reportan su experiencia.

«Lo sagrado puede ser analizado desde lo racional».