Sobre la suerte

30 Abr, 2025 | BITACORA

Madrid capital. A las 12:00h. del medio día. Un día cualquiera. Cualquier mes menos agosto. Un año…, ¿complicado?
Mujer normal, de entre 35 a 50 años. Desempleada. Soltera y sin hijos. A su mente no le llegan las horas del día para conseguir todo lo que quiere.

¿Uno nace con estrella o se va haciendo la estrella al andar?…


“Ferretería Margallo. Lo que busco lo hallo”. Esto lee la mujer normal, desde la acera de enfrente de una calle principal. Vaya eslogan tan gracioso… No llego tarde. Llego tardísimo…

Unos metros más para llegar a casa…, encender el ordenador, limpiar el baño… Tendría que ir a comprar al super antes de ponerme a aporrear el teclado… Un último empujón y dejo terminado el proyecto. Lo entrego mañana y… a rezar.
Solo necesito un poquito de suerte. Si no pido tanto. Que me lo he currao. ¡Buff!, como si eso importara un pepinillo agridulce. Aquí, o tienes padrino o te dan… ¡Coño el tío con la moto!… Si después del curro que me estoy pegando, no me cogen… ¿Debería llamar a Toni?… Le contratan siempre que presenta un proyecto. A ver si me da unos truquitos y tengo más suerte… ¡Me cagüen en el perro de los…, con la meá!… ¡Ay, por fin en el portal! …
¡Esther! Tengo que llamar a Esther para que me revise el dossier… Espero que pueda esta noche, porque si no… No vaya a ser que por alguna falta de ortografía pasen de la propuesta…Esther, otra que lo flipas. Consigue todo lo que se propone, la tía, incluso cuando… Del bolsillo de la chaqueta sale un sonido de ultratumba. ¡Claro, hombre! Ahora, suena el teléfono…, que no hay cobertura en el puñeterito ascensor…Está claro que hoy no voy a comprar… ¿Corinne? ,¿me oyes?… ¡¿Que si me oyes?! El ascensor da un saltito para detenerse en el tercer piso.

Un señor de estatura menguante según el mes del año, frente inabarcable y semblante de media luna taciturna abre la puerta del ascensor y escucha: ¡Qué pasa, bombón! El semblante del Señor transmuta de medialuna taciturna a luna llena. Disculpe, usted no es el bombón que yo…, quiero decir…Buenos días. Pase. Pase, que yo ya salgo… La luna llena se adhiere a la estrecha pared del interior del ascensor y desaparece descendiendo cual ataúd en la tierra. ¡¿Corinne, estás ahí?!… bajando la voz: Vale, vale. Que no tenía cobertura y.…Ya. Ya estoy entrando en casa… ¿Sí? Bueno, estoy en ello…A ver, nerviosa no estoy, pero tía, ya es el tercer proyecto que presento, y que si quieres arroz, Catalina…Sí, sí. Lo he puesto en el proyecto. Es que es importante, ¿verdad? ¡Que mejor no se pone! Pero, ¿quién te ha dicho? …, Roberto. Claro, él lo sabe del año pasado que estuvo en esta empresa. Pues, tía, gracias por decírmelo… Lo que pasa, es que estoy harta de que nunca me llegue el turno. Todo el mundo lo consigue…Mira Isabel, que se la pela todo. Y la contratan en…, esta que…, ¿cómo se llamaba la empresa donde cogieron a…? Eso. Un pedazo de empresa que paga… ¡La madre que me pari…! ¿Eh? Nada, chica, que la taza del váter se me ha soltado…No pasa nada. Dime. Di…No, si no me comparo con nadie… ¿Qué me tengo que centrar? …Pero, por qué me dices… Tras una larga pausa verbal, donde la mujer normal: micciona, coloca un rollo de papel en el portarrollos del cuarto de baño, se quita el abrigo y lo deja en el respaldo de una silla del salón, abre la nevera y coge una lata de cerveza, riega una planta moribunda de la encimera de la cocina y se enciende un cigarro: ¿Pero, esto que me has soltado es de mindfulness? Ah, que es de otro curso…, parecido. No, no te he querido ofender, de verdad. Es que me dices que:” Para encontrar las cosas hay que pararse”. Coño, bombón, si me paro no las encuentro… ¡¿Que no se necesita suerte?!… Pues, si llevo la suerte dentro, se podría haber presentado, porque no nos conocemos…Entiendo…Sí, que la cosa es estar tranquila para sentir mejor lo que quiero…Sí, sí. Confiar en que voy a encontrar lo que busco, ¿no? Ya, esto que dices tú, de que el universo te da lo que necesitas. Un recuerdo espontáneo se posa en su mente Ostri, tía. Me acaba de venir a la cabeza un cartel que he visto esta mañana cuando salía de la imprenta… Bueno…, es una tontería. No sé por qué me ha venido ahora esto… Nada, un cartel de una ferretería que decía: “Ferretería Margallo. Lo que busco lo hallo”.